Las exposiciones prolongadas al sol o al calor pueden tener como consecuencia, quemaduras solares, golpes de calor, insolaciones. Los niños, los ancianos y las embarazadas son especialmente vulnerables.
Consejos:
- Evitar exponerse al sol en el horario de mayor radiación ultravioleta. Generalmente, entre las 11 y las 16 horas.
- Incluso en el verano es necesario metabolizar la vitamina D. Para ello se aconseja tomar 10 minutos de sol, fuera de los horarios de riesgo.
- Buscar siempre la sombra de los árboles, techos y toldos. No solo te protege, también son lugares más frescos.
- La protección física es vital, no solo para cuidar de la piel, sino también para no deshidratarse.
- Si no se puede evitar la exposición, proteger la piel con ropa de colores oscuros, idealmente con mangas y/o pantalones largos.
- Se recomienda la vestimenta de tejido entramado, confeccionada por poliéster y algodón. Si se puede ver la luz detrás de la tela es porque pasa la radiación.
- Al exponerse al sol, también se recomienda usar gafas oscuras con protección lateral, sombreros de ala ancha o viseras de 10 cm.
- En las zonas de piel que queden expuestas al sol, aplicar un protector solar con factor mínimo de 30 FPS, incluyendo labios y el contorno de los ojos.
- La aplicación del factor debe ser con una antelación mínima de 10 antes de la exposición al sol. Se debe repetir normalmente cada 2 o 3 horas.
- Es muy importante revisar la fecha de vencimiento de los protectores solares. Normalmente caducan 6 meses después de abrirlos.